Nápoles y la calle de las pizzerías

Si se visita la bella ciudad del sur de Italia, es indispensable recorrer la Via dei Tribunali, corredor pizzero por excelencia en la ciudad donde Diego Armando Maradona es rey. Te invitamos a darle una miradita a la “Calle del Tribunal”.

La mayoría de las pizzerías que se pueden encontrar sobre la Via dei Tribunali, han sido atendidas por sus propios dueños de generación en generación y han perfeccionado con el tiempo, la calidad de sus productos. Se ha establecido entre ellas además, una combativa pero divertida competencia por ver cuál de todas logra atraer la mayor cantidad de celebrities, y es muy común que los turistas vayan varias veces a cada una antes de irse de Nápoles.

Paralela a la Spaccanapoli, la peatonal insignia de la ciudad, la Via dei Tribunali alberga 4 grandes pizzerías, a saber: La Pizzería Dal Presidente, allí aún se conservan los dictados de la «vieja tradición napolitana”. No te podes perder las frituras y la famosa pizza Al libreto (porción doble envuelta en papel para comer por la calle) son lo más destacado del lugar. “Un verdadero museo a cielo abierto”.

La pizzería Di Matteo es otro de los lugares icónicos de la gastronomía napolitana, archi-reconocida mundialmente – hasta tuvo la visita de Bill Clinton en los años ’90- es lo que se llama una “pizzería clásica”. Hay que armarse de paciencia para hacer la cola, ya que siempre hay mucha gente. Serán recompensados con un relleno a la ricotta y salami o una pizza frita o una espectacular “Margarita al libreto”.

A pasitos de la anterior, la Pizzeria I Decumani: un lugar para chuparse los dedos! Las pizzas son enormes y baratas y la onda del lugar es de gente joven. La carta es solo de pizzas y siempre hay cola afuera esperando para entrar. Es muy visitada por los propios italianos, algo que dice mucho del lugar.

Por último, está Pizzería Sorbillo donde todos destacan lo grande que son sus pizzas. Eso sí, sus camareros no son del todo amables. Sin embargo no podés irte de Nápoles sin probar la deliciosa Margherita. A la salida, con la panza llena y el corazón contento no te pierdas de pasar por algún santuario del Diez, algo tan típico de la ciudad como sus pizzas.